Introducción: ¿Por qué es importante conocer tu tipo de piel?

Identificar correctamente tu tipo de piel es fundamental para elegir los productos adecuados y mantener una rutina de cuidado eficaz. Cada tipo de piel tiene necesidades específicas y, si no se atienden correctamente, pueden surgir problemas como sequedad, exceso de grasa o sensibilidad.

Tipos de piel y cómo reconocerlos

Piel Normal

  1. Textura suave y equilibrada.
  2. No presenta ni exceso de grasa ni sequedad.
  3. Poros finos y pocas imperfecciones.
  4. Sensación cómoda durante todo el día.

Piel Seca

  1. Sensación tirante, especialmente después de lavar el rostro.
  2. Piel áspera o con descamación.
  3. Poros casi invisibles.
  4. Puede presentar enrojecimiento o irritación.

Piel Grasa

  1. Brillo visible, sobre todo en la zona T (frente, nariz y mentón).
  2. Poros dilatados.
  3. Propensa a imperfecciones y puntos negros.
  4. Sensación oleosa al tacto.

Piel Grasa Deshidratada

  1. Combina brillo y sensación oleosa con tirantez o falta de elasticidad.
  2. Puede presentar descamación en algunas áreas.
  3. Necesita hidratación específica para equilibrar.

Piel Mixta

  1. Zona T grasa y mejillas secas o normales.
  2. Poros dilatados en la zona T.
  3. Requiere productos diferenciados para cada área.

Piel con Rosácea

  1. Enrojecimiento persistente, especialmente en mejillas y nariz.
  2. Sensibilidad y posibles brotes inflamatorios.
  3. Requiere cuidados específicos para calmar la piel.

IMPORTANTE: Todos los tipos de piel pueden deshidratarse, por lo que si sentís la piel tirante, puede que tu tipo de piel esté deshidratado.

Si todavía tenés dudas sobre tu tipo de piel, podés completar el siguiente formulario para que una de nuestras asesoras se comunique con vos para hacerte el diagnóstico y te indique los productos adecuados para tu tipo de piel.

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